El Foro de Cesar

Cuando César decidió que se construyera su nuevo Foro, tuvo que resolver serios problemas. Además de la adquisición y demolición de numerosas casas privadas que surgían en la zona escogida, hubo que realizar grandes obras de excavación, cortes de las laderas extremas del Capitolio y hasta fue necesario desplazar la Curia del Senado y sus edificios anexos. El dictador cubrió los ingentes gastos de estas obras (sólo el terreno adquirido costó cien millones de sextercios) con el producto del botín proveniente de la conquista de Galia. Se dedicó particular atención a la construcción del monumento más importante del Foro: el templo dedicado a Venus Genitrix prometido a la Diosa por el mismo César con un voto, en vísperas de la batalla de Farsalia contra su rival Pompeyo. Venus se consideraba la divina progenitora de la estirpe de César y madre de Eneas quien, huyendo de Troya y habiendo llegado a las playas del Lacio, después de haber derrotado al rey Turno, se habría casado con Lavinia, hija del rey Latino, con la que tuvo un hijo. Iulo, antecesor de los Julios.


Eneas abandonando Troya con su padre a cuestas


Eneas venciendo a Turno por Lucas Giordano

El templo se inauguró el 26 de septiembre del año 46 a.C. y en él se depositaron numerosas obras de arte, entre ellas dos cuadros de Timomaco de Bizancio, adquiridos por César por la suma de ochenta talentos; seis colecciones de gemas talladas y una coraza salpicada de piedras preciosas traídas de Britania. Había además una estatua de César y otra de Cleopatra. La estatua de culto, del escultor griego Arcesilaos, reproducía a Venus con un amorcillo en sus hombros y un niño en brazos, estaba colocada en el ábside que se abría en el fondo de la celda del templo.