Boudica

Cuando los romanos invadieron Britania, su rey Antedios diplomáticamente alió la tribu con Roma, de esta manera evitaba la conquista y la esclavitud para su pueblo protegiendo su patrimonio personal.

Antedios fue pronto sucedido por Prasutagus que renovó su acuerdo con Roma. Cuando él también murió en el año 60 d.C., los romanos decidieron anexionarse el reino rápidamente.

Los legionarios romanos saquearon el territorio de la tribu ultrajando a la población, incluso su reina Boudica fue azotada y sus hijas violadas. No se sabe cuales fueron exactamente los hechos, pero toda la región se levantó en armas aliándose con otras tribus como los Trinovantes bajo el liderazgo de Boudica.

Las coalición de tribus rebeldes barrieron el sur, Camulodonum (Colchester), anterior capital de Cunobelinus lugar donde los Britanos se habían rendido al emperador, era ahora una ciudad romanizada ocupada desde hacía mucho tiempo por veteranos y sus familias. Aunque construida entre lo que había sido las fortificaciones de un campamento romano, sus defensas estaban descuidadas. Los últimos defensores se refugiaron en el templo de Claudio, que estaba en construcción, el edificio más sólido de la ciudad. El templo fue quemado y sus defensores masacrados. Un ejército de auxilio enviado por los romanos compuesto por unos 2.000 hombres y unos 500 auxiliares, fueron eliminados en algún lugar al noreste de Colchester.
Las siguientes ciudades en caer fueron Verulamium (St. Albans) y Londinium (Londres). El procurador y muchos de los ciudadanos más ricos escaparon a la Galia, pero aquellos que no pudieron escapar (la mayoría) los masacraron, muchos de ellos sufriendo atroces torturas.
A marchas forzadas desde su campaña de Gales, Suetonio Paulino y sus tropas fueron al encuentro de los britanos rebeldes.



El encuentro se produjo en algún lugar, al este, donde el pequeño rio Anker es cruzado por Watling Street, cerca de Lichfield. Boudica y sus tropas llegaron al campo de batalla en gran número, los guerreros eran una incontenible masa, sus familias y pertrechos los colocaron detrás de ellos formando un arco.
Los britanos se organizaron en formación de combate. Comenzaron a hacer sonar sus cuernos, golpeado sus espadas contra sus escudos y lanzando gritos de desafío. Los Celtas cargaron contra las cohortes de Suetonio Paulino, que esperaban preparadas sin moverse.
En cuanto se acercaron a la primera línea romana, una lluvia de jabalinas cayó sobre ellos seguida de una contra carga de los legionarios que hizo retroceder a los Britanos
El estado del terreno y la gran masas de no combatientes y carretas que había detrás de de ellos hicieron que los Celtas tuvieran una posición que permitió a la caballería auxiliar hacerlos pedazos. La lucha duró varias horas y la mortandad fue enorme. Con su rebelión arruinada, Boudica, la gran dama roja de los Icenos, pronto murió, no se sabe si por causas naturales o por injerir veneno.