Diocleciano

Diocleciano (Caius Aurelianus Valerius Diocletianus, 240-316 d.C).
Fue proclamado emperador en el año 284 d.C. y puso fin a un largo periodo de incertidumbres y una grave crisis económica y militar. Desde ese momento pondría en marcha uno de los programas reformadores más importante de la historia romana, consiguiendo la restauración del Imperio. Llevó a cabo las reformas del principado, convertiéndolo en una tetraquía: un sistema de gobierno de cuatro, en el que dos emperadores (Augustos) escogían a dos delegador (Césares) para que les sucedieran. Diocleciano quedó con el gobierno de Tracia, Asia y Egipto; Galerio de la península balcánica, excepto Tracia; Maximiano, de Italia, Hispania y África, y Constancio Cloro de Galia y Britania. Diocleciano permitió la recuperación de la agricultura y el comercio; puso en marcha una necesaria reforma administrativa, dividiendo el Imperio en provincias que se reunían en diócesis. Diocleciano dimitió en el 305 d.C. y se estableció en su villa privada de Salona en la Dalmacia, rechazando las invitaciones de Maximiano para intervenir en la grave crisis manifestada tras su retirada. La tetrarquía se disolvió y empezó un nuevo período de guerras civiles.