Los Siete Reyes de Roma

Según la tradición, los siete reyes gobernaron Roma entre los años 753 y 509 a.C.
Las fechas y sus nombres son obviamente fruto de antiguas leyendas romanas y de reconstrucciones históricas posteriores. Pero son útiles para ilustrar la organización más antigua de Roma y sus primeros hechos históricos. El primer rey fué Rómulo, hermano de Remo e hijo de Rea Silvia (y así descendiente de Eneas) y del diós Marte. Los dos gemelos fueron abandonados a la orilla del Tiber después de nacer para poder huir de la persecución de su pérfido tío Amulio (tirano de Alba Longa). Amulio, tras destronar a su hermano, Numitor, obligó a su sobrina Rea Silvia a convertirse en una virgen Vestal, para evitar así una descendencia que podría usurpar el trono. Romúlo y Remo, que serían amamantados por una loba, y criados por el pastor Fáustulo, crecieron y cuando fueron mayores conocieron sus orígenes: entonces mataron a Amulio y repusieron en el trono de Alba Longa a su abuelo Numitor.

Decidieron la fundación de una nueva ciudad, que iba a ser gobernada por el que hubiera visto más pájaros (augurios) volar sobre el sitio elegido. Rómulo vió doce buitres, ganó y fundó Roma en el cerro Palatino. La ciudad nueva fué poblada en seguida por delincuentes y mujeres sabinas raptadas. Rómulo desaparació misteriosamente en medio de una tormenta y se suponía que había sido llevado al cielo para convertirse en el dios de la guerra Quirino.


Rapto de las Sabinas, pintura de Jacques-Louis David.

Despúes de la muerte de Rómulo fué elevado al trono un sabino llamado Numa Pompilio, quién gobernó durante más de cuarenta años. Se suponía que Numa Pomplio había sido el promotor de la organización de la religión romana (inspirado de la ninfa Egeria, que según la leyenda aconsejaba secretamente a Numa Pompilio) y que introdujo el calendario de doce meses, así como los colegios sacerdotales más importantes.

Al morir Numa Pompilio, fué elegido Tulio Hostilio como tercer rey, que fué un hombre muy guerrero. Bajo su gobierno, la ciudad se expandió y Tulio dió a Roma la hegemonía sobre las poblaciones circundantes. Conquistaron la cuidad grande de Alba Longa, gracias a la victoria legendaria de los Horacios sobre los Curiacios.

El cuato rey fué Anco Marcio. Era nieto de Numa Pompilio e intentó continuar con la reforma religiosa iniciada por su abuelo. Continuó la ampliación territorial de Roma hacia el mar y fundó la ciudad-puerto de Ostia en la desmbocadura del Tíber. Según la tradición fué el primero en promover obras públicas, como el puente Sublicio, las salinas (en los alrededores de Ostia), la primera cárcel pública, etc.

Los últimos tres reyes de Roma fueron Etruscos, una tradición que llevó a la ciudad por mucho tiempo a una posición de gran influencia política y comercial. El primer rey etrusco de Roma como quinto monarca romano, se llamaba Tarquinio Prisco. Introdujo costumbres etruscas, conquistó vecinas ciudades del Lacio, aumentó el número de senadores y emprendió grandes obras públicas: El Circo Máximo, los pórticos más antiguos del Foro Romano y el grán templo de Júpiter Capitolino, protector de la ciudad. Para hacer utilizable el foro, Tarquinio Prisco hizo construir una cloaca para drenar las zonas pantanosas del valle. Más tarde se la llamó Cloaca Máxima.

El sexto rey de roma se llamaba Servio Tulio y era un yerno de Tarquinio Prisco. El nuevo gobernante construyó una muralla alrededor de las siete colinas (la muralla Serviana), que señaló los "límites urbanos" de Roma para los quinientos años siguientes. Según la tradición era de origen humilde. Las reformas emprendidas por Servio Tulio fueron de especial relavancia, destacando la distribución de los ciudadanos en un censo dependiendo de su riqueza, estableciendo los correspondientes derechos políticos y obligaciones militares. También se le considera el autor de la construcción del templo de Diana sobre el cerro Aventino.

El séptimo y último rey fué Tarquinio el Soberbio, que intentó gobernar como un déspota, con su propia voluntad como única ley. Según la leyenda se produjo una revuelta que acabó con la monarquía. Tradicionalmente se alude a la leyenda del suicidio de la joven Lucrecia, que fué violada por el hijo del rey, por lo que los miembros de su familia decidieron vengar la afrenta derribando la represiva monarquía e instaurando la República.